Después de dos meses y medio, llega la semana diez, mi última semana de prácticas en el Centro. Pero antes de la despedida, paso a analizar las actividades de esta semana.
Durante esta semana de prácticas he continuado asistiendo a clases de diversos niveles. Además, impartí mi última clase, donde corregimos el examen y les di las notas. El balance ha sido positivo, ya que del total de alumnos, un 75% aprobaron el examen (de los cuales un 50% pasaba del 7 sobre 10), aunque un 25% suspendieron (de los que solo un 10% conseguía menos de 3 puntos sobre 10).
Por otro lado, esta semana asistí a las evaluaciones de distintos grupos de ESO. En ellas, se habla sobre cada uno de los alumnos de un grupo, se asegura que las notas estén correctamente puestas y se comentan las acciones necesarias para realizar con algunos estudiantes; por ejemplo si es candidato para repetir, para hacer un programa de FPB, diversificación, etc. para ir teniéndolo en cuenta para la tercera evaluación.
Y una vez llegado el viernes, turno de las despedidas. Sin duda, el peor momento de las prácticas. Cuando les he dicho a mis alumnos que me marchaba y han venido a abrazarme y a decirme que no me fuese, me he quedado sin palabras. No podía imaginar que les pudiese coger tanto cariño en tan poco tiempo.
Lo mismo me ocurre con mi compañera Sofía y mi tutora Rosa, a la que desde aquí agradezco todo lo que nos ha enseñado de forma totalmente altruista.
Pero como todo lo bueno, esta experiencia ha llegado a su fin, ahora a seguir trabajando duro para intentar que la próxima vez que esté frente a un grupo de estudiantes, no sea como una alumna en prácticas, sino como profesora.
Gracias al Instituto Nuestra Señora de la Asunción por dejarnos formar parte de la gran familia que forman y a todos los profesores que nos han ayudado.
PD: Aquí os dejo el 'selfie' que mis chicos han querido que nos hagamos para tener de recuerdo, aunque faltan algunos (como son menores he preferido tapar sus caras).
Y una vez llegado el viernes, turno de las despedidas. Sin duda, el peor momento de las prácticas. Cuando les he dicho a mis alumnos que me marchaba y han venido a abrazarme y a decirme que no me fuese, me he quedado sin palabras. No podía imaginar que les pudiese coger tanto cariño en tan poco tiempo.
Lo mismo me ocurre con mi compañera Sofía y mi tutora Rosa, a la que desde aquí agradezco todo lo que nos ha enseñado de forma totalmente altruista.
Pero como todo lo bueno, esta experiencia ha llegado a su fin, ahora a seguir trabajando duro para intentar que la próxima vez que esté frente a un grupo de estudiantes, no sea como una alumna en prácticas, sino como profesora.
Gracias al Instituto Nuestra Señora de la Asunción por dejarnos formar parte de la gran familia que forman y a todos los profesores que nos han ayudado.
PD: Aquí os dejo el 'selfie' que mis chicos han querido que nos hagamos para tener de recuerdo, aunque faltan algunos (como son menores he preferido tapar sus caras).
